CUENTO
Erase una vez, un niño que se llamaba Saturno, que era reluciente. Pero un día, estaba llorando porque le estaban creciendo anillos alrededor del cuerpo (azul, verde, rojo, amarillo, naranja, ...).
Su madre, Matilde, le dijo: - ¡No pasa nada!, tu olvídate de ellos y se te pasará.
Al día siguiente como por arte de magia, saturno empezó a volar, subiendo hasta el cielo y se convirtió en el planeta Saturno.
FIN
UN EMPEDRADO PRECIOSO SALMA!
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